LA POESÍA QUE TE DEDIQUÉ EN LA CASITA DE REAL DEL UENTE. TE LA TRAIGO:
A POESÍA QUE TE PROMETÍ:
Todo,todo en esta tierra es una amenaza. Dicen de mí que lo soy:
¿Soy una amenaza?
Pues convengamos:
Todo nos amenaza.
Hsta el tiempo:
ya no soy el que fui
ignoramos que seré...
Tendrás que llevarme en silla de ruedas?
Moriré de una pieza, de un golpe fatal ?
O moriré a cachitos?
Me amenaza el machete, la víbora,
el alacrán y la gente ponzoñosa...
Me amenaza la conciencia
tu mirada, tus desdenes y,
sobretodo, la promesa de que un día te irás!
Me amenaza la piedra, el sol, el viento, las tormentas:
las bandas de delincuentes...
Murallas que levantamos para protegernos
de los indiscretos, los murmuradores,
los envidiosos y los aviesos.
Pero adentro de esos muros
que ninguna trompeta del juicio final
osan derribar: se erige nuestro amor inconmovible!!!
Y yo también te amenazo con mi muerte!
Moriré, tenlo seguro y más allá hasta el más allá
seguirán calumniando, difamando, maldiciendo
pero los maledicientes ya no me alcanzarán.
Por eso, debes erigir una muralla contra su odio,
para que, mi querida, mi amada, no te lastimen
sus Incesantes injurias de infelices...
¿Soy una amenaza?
Pues convengamos:
Todo nos amenaza.
Hsta el tiempo:
ya no soy el que fui
ignoramos que seré...
Tendrás que llevarme en silla de ruedas?
Moriré de una pieza, de un golpe fatal ?
O moriré a cachitos?
Me amenaza el machete, la víbora,
el alacrán y la gente ponzoñosa...
Me amenaza la conciencia
tu mirada, tus desdenes y,
sobretodo, la promesa de que un día te irás!
Me amenaza la piedra, el sol, el viento, las tormentas:
las bandas de delincuentes...
Murallas que levantamos para protegernos
de los indiscretos, los murmuradores,
los envidiosos y los aviesos.
Pero adentro de esos muros
que ninguna trompeta del juicio final
osan derribar: se erige nuestro amor inconmovible!!!
Y yo también te amenazo con mi muerte!
Moriré, tenlo seguro y más allá hasta el más allá
seguirán calumniando, difamando, maldiciendo
pero los maledicientes ya no me alcanzarán.
Por eso, debes erigir una muralla contra su odio,
para que, mi querida, mi amada, no te lastimen
sus Incesantes injurias de infelices...
al gran filósofo, y le dijo:
- sabes lo que acabo de oír sobre tu amigo?
- un momento - respondió Sócrates - antes de que me lo cuente, me gustaría hacerte un test, el de los tres tamices.
- los tres tamices?
- pero sí - continuó Sócrates - antes de contar cualquier cosa sobre los otros, es bueno tomar el tiempo de filtrar lo que se quiere decir. Lo llamo el test de los tres tamices. El primer tamiz es la verdad. Has comprobado si lo que me dices es verdad?
- No... Solo tengo oído hablar...
- Muy bien. Así que no sabes si es la verdad. Continuamos con el segundo tamiz, el de la bondad. Lo que quieres decirme sobre mi amigo, es algo bueno?
- Ah no! por el contrario.
- Entonces - continuó Sócrates - quieres contarme cosas malas acerca de él y ni siquiera estás seguro de que son verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba, sigue siendo el tercer tamiz, el de la utilidad. Es útil que yo sepa qué me habría hecho este amigo?
- No, en serio.
- Entonces - concluye Sócrates - lo que querías contarme no es ni cierto, ni bueno, ni útil; ¿Porqué querías decírmelo?
- sabes lo que acabo de oír sobre tu amigo?
- un momento - respondió Sócrates - antes de que me lo cuente, me gustaría hacerte un test, el de los tres tamices.
- los tres tamices?
- pero sí - continuó Sócrates - antes de contar cualquier cosa sobre los otros, es bueno tomar el tiempo de filtrar lo que se quiere decir. Lo llamo el test de los tres tamices. El primer tamiz es la verdad. Has comprobado si lo que me dices es verdad?
- No... Solo tengo oído hablar...
- Muy bien. Así que no sabes si es la verdad. Continuamos con el segundo tamiz, el de la bondad. Lo que quieres decirme sobre mi amigo, es algo bueno?
- Ah no! por el contrario.
- Entonces - continuó Sócrates - quieres contarme cosas malas acerca de él y ni siquiera estás seguro de que son verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba, sigue siendo el tercer tamiz, el de la utilidad. Es útil que yo sepa qué me habría hecho este amigo?
- No, en serio.
- Entonces - concluye Sócrates - lo que querías contarme no es ni cierto, ni bueno, ni útil; ¿Porqué querías decírmelo?
Rolling livinstone!
https://youtu.be/IwOfCgkyEj0
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