Si algo le impedía a Livingston intentar seducir a Lupita era la certidumbre de que
ella nunca hubiera permitido que una relación laboral se pudiera convertir en amorosa.
O mejor dicho si ni siquiera llegó a intentarlo , no fue el respeto a su familia
sino el respeto ala propia Lupita.
Sí respeto, casi veneración. Veneración afectuosa por su
maldita candidez, su empedernida inocencia y más, más que ingenuidad. No sé
cómo expresarlo. Seguramente consistía
en aquella reserva cordial, en esa discreta actitud que raya en seriedad
solemne.
Y a pesar de que él le llevaba más de 20 años y tenía la
aureola de triunfador en la vida,
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglLIDGj5gtP4B2oqTqzIrKcGMJC5aFvWl_YDJRyTHXqbBuyP94ygUjfcHyUVXEadDnrZ5alXr7re_Bf0Fd-33ycwIasdhSZnBi5Yn1WlW42mlbeYNu6_BTPlx4qcSz-We2AdR12MUZ9cuV/s1600/60519_141628492547928_4276967_n.jpg)
la manera cómo Lupita
había reorganizado su deteriorada vida familiar y había tomado providencias
para salvarlo de la anarquía, le infundían miedo de que lo rechazara y se
fuera. En definitiva ese sentimiento le impedía tomar una iniciativa que
lastimara su dignidad.
La consideraba vulnerable, y era necesario ayudar a Lupita a
conservar su orgullo de ser una trabajadora seria dedicada exclusivamente a
cumplir con su deber. Ella no era capaz de soportar una actitud de acoso.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiNs8F7Z_W2uBoXma3Arms7RTk5UIZmRR9yFTu5rEQkgKJTqPqkai_BQZpUrjMZPR-erhbQrxxrqb4wTiqT4_J43AbxmOYXo_nRsozjxdGpbtspk-jnhzrtd7HAuThsfNKpwK7NGArjoxv/s320/20150131_131112.jpg)
Miraba con admiración la sala perfectamente ordenad y limpia, ni una mota de polvo en la
mesa,. En el piano, en elñ órgano, en las mesitas con sus floreros, estatuas y
ornamentos en su sitio. El sillón de blanca piel, de masaje electrónico tan abultadamente cómodo
para escuchar música, rluce de limpio. Los libreros, estantes motrando los
lomos de cuero incunables y pastas doradas, en filas ordenadas. Los cuadros de
Cuevas, Silvia Pardo, Siqueiros y las reproducciones de pinturas clásicas
sospechosamente, aparentemente falsificados en las paredes estaba colgados
simétricamente. Ceniceros de porcelana y vidrio cortado, el bar de madera
campechana con las botellas de whisky, gin, ron, vinos…. Esas botellas, adornos
y piezas de arte, todo, todo está en su sitio.
Y sé que ella se ha esmerado en complacerme con esa limpidez
y orden; todo eso me tiene contento, satisfecho. Pero quisiera hablarle de que
vivimos en una sociedad libre que permite y promueve una vida amorosa libre y
que actitudes mojigatas, pudibundas no son comunes…
Pero sé que tocar, con florituras y toda clase de rodeos,
estos temas, no le agradarán…Mejor me abstengo!
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPv2tuY-xlT9ixLXMIPXO4UiLoh9QR_VMIFRVYLfnSBcQDeAfFQDCf7Ir1o4F1Fp54BJzCOEA8iafPhdujq0ZcY1iq475yUdyd1y5_tmPz1ZU4aYmroEe-gZHe2-3X4-Qp8V0wjyFUvC5_/s1600/1384975480059.jpg)
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