Según el médico Álvaresz parezco como un hombre de menos de 59 años. Y tengo 83,
La doctora respondió que siempre cmcontraré uno que me lo diga.
Quisiera que me dijera cuándo moriré, repliqué.
Pues por lo pronto, no se lo diré. No es fácil que lo sentience  muerte en tan buen estado de salud.
Y terminó:-- Siento de veras, Lívingston no poder complacerlo...
Estaba en su consultorio para decirle que después de todos los estragos de las medicinas asesinas de TESTOSTERONA, estaba recobrndo mi virilidad y que me atormentaba la sospecha de que tú, mi vida, tuvieras razón: Que no dejara de tomar esas medicina emaculadoras y que era mejor que te lamiera el clítoris a que te metiera mi veerga como al principio de nuestra pasión.
La médica me pidió que fuera al laboratorio por un análisis de  antígeno prostático específico).


 
Hasta ahora ha arrojado resultados plenamente satisfactorios. Veré quç pasa hasta dentro de una semana.
Entretanto, seguiré con el pan gerentológico de ir a bailat el próximo jueves a Santa Anita con quien quiera acompañarme a un danzón y espero que sea tan apretadito como lo hacíamos en nuestra casita de retiro...
https://youtu.be/jXnvcujeTow