domingo, 4 de noviembre de 2018

El juego que todos jugamos: el placer solitario Kinsey se queda corto

https://youtu.be/DppwAF9JkxI
No le quedaba más remedio. Esta nena calladita  misteriosa con un voraz apetito sexual, tenía más remedio que acudir  a la práctica del onanismo. Una vez en la Habana su vestido flotó con la brisa marina. Sus lindas pienas se asomaron ante la mirada codiciosa e indiscreta de los muchachos alegres... suegieron de inmediato docenas de gritos a voz en cuello de los traviesos muchachos:
-- Mejor álzate el vestido de una vez...
Lupita corrió avergonzada hacia el Habana Libre,  mientras Tom  o continuábamos nuesta marcha hacia el malecón...
Me la imaginaba masturbánose bajo la ducha!

El onanismo es lo único que nos queda.
Aquí estçan unos consejos que, ceo, a mi amada les sale saboando!

Durante mucho tiempo la masturbación o autoestimulación, sobre todo si nos referimos a la masturbación femenina, estuvo oculta, teniendo un “estatus secreto” dentro de la sexualidad occidental. Esto es así hasta bien entrado el siglo XX en el cual los diversos movimientos feministas lograron poco a poco a expandir la idea de que el placer sexual de la mujer podía existir más allá del matrimonio.
Esta nueva visión de la masturbación se refuerza a partir del estudio más importarte sobre sexualidad realizado en EE. UU. En el estudio realizado por Alfred Kinsey en 1953, se analizaron las costumbres sexuales de unas 6000 personas. El resultado fue que, a mayor nivel educativo, especialmente en mujeres, más frecuente era recurrir a la masturbación. Según los resultados, un 68 por ciento de las mujeres se masturbaba y un 58 por ciento llegaba al orgasmo con esta práctica.
A partir de este estudio y de posteriores investigaciones, la masturbación se comienza a ver como una práctica más normalizada.
Beneficios de la autoestimulación o masturbación en la mujer
Según numerosos estudios, la masturbación tiene innumerables beneficios para la salud física y mental de las personas. Aquí dejo un listado de algunos beneficios;
Ayuda con los dolores menstruales
Masturbarse durante la menstruación tiene el efecto de prevenir y mitigar la inflamación y aminorar las molestias en general del periodo. Las sustancias químicas que se ven involucradas en la cascada que se produce en el torrente circulatorio actúan de manera analgésica contra los dolores premenstruales. Igualmente se produce una desinflamación de la zona genital que hace que la presión que provoca los dolores disminuya y por ello lo hagan también las molestias.
Fortalece el sistema inmune, evita infecciones
En el caso de las mujeres, la masturbación puede reducir el riesgo de sufrir infecciones del tracto urinario. Su estiramiento mejora la circulación de fluidos, lo que permite expulsar los fluidos cervicales y con ellos las bacterias
Genera sensación de bienestar
Masturbarse es bueno para tener una buena salud global tanto a niveles biológicos como psicológicos.
La masturbación produce la liberación de sustancias químicas complejas, entre las cuales la más importante es la dopamina. La dopamina a su vez está asociada con una gran sensación de bienestar.
Refuerza el suelo pélvico
Las contracciones que se generan al masturbarse generan un efecto tensor parecido a los ejercicios de Kegel, por lo que ayuda a mantener los músculos del suelo pélvico en forma.
Mejora las relaciones de la pareja
Un mito muy extendido plantea que la masturbación arruina la relación sexual con la pareja. Pero, según los expertos sería exactamente lo contrario.
Al masturbarnos aprendemos a conocer nuestro cuerpo, sus reacciones, lo que le gusta, lo que le excita. Esto hace el coito mucho más placentero.
Y es a través de un mayor conocimiento de su anatomía, que la autoestimulación ayuda a las mujeres que nunca han tenido un orgasmo a empezar a poder experimentarlos
Ayuda a conciliar el sueño
Ya hemos comentado que masturbarse hace que el cuerpo libere endorfinas, que son las hormonas que generan un estado de placer y relajación en el organismo, lo que favorece el sueño.
11 Técnicas de masturbación femenina
Hay una serie de técnicas que se pueden realizar solo. Es muy positivo que mujeres y hombres conozcan sus cuerpos sin pudor. Esto beneficiará enormemente a su vida sexual.
Las siguientes técnicas están pensadas para mujeres. Estas son algunas de las más populares.
1. Penetración con los dedos
Acostada en la cama bocarriba, abre las piernas y levanta las rodillas. Se puede ir estimulando el clítoris hasta conseguir la lubricación deseada o bien utilizar lubricante. Luego, introduce los dedos medio e índice de la mano dentro de la vagina. Mientras con esta mano se simula la penetración del pene, con la otra se puede acariciar el clítoris. Una vez los dedos dentro de la vagina se pueden levantar estos un ángulo de 90 grados para buscar el punto G, que se encuentra en la pared vaginal que está situada detrás del vello púbico, a 1 ó 2 centímetros de la entrada de la vagina. La estimulación de este punto es realmente placentera y potenciará el orgasmo.
2. Caricias suaves
Puedes estimularte deslizando los dedos suavemente de arriba abajo, de lado a lado y en movimientos circulares alrededor de la vagina primero, hasta llegar al centro de la misma y finalmente al clítoris. Mientras lo haces, sigue tu instinto y escucha lo que te “dice” tu cuerpo experimentando con movimientos más lentos al principio y más rápidos después, así como con más o menos presión.
3. Patti Cake
Esta postura la puedes hacer en la cama, sentada en una silla o en un sofá; con los dedos índice y medio de acaricia suavemente el clítoris, poco a poco la excitación se irá incrementando.
4. Sándwich
Coloca los dedos índice y medio de la mano a cada lado del clítoris. Mantén esta postura mientras usas la otra mano para dar pequeños golpes al capuchón del clítoris, varia presión e intensidad para lograr más placer.
5. Estimulación boca abajo
Acuéstate boca abajo en la cama u otra superficie cómoda, junta las piernas y coloca tu mano en medio de forma que puedas acariciar bien toda la zona. Empieza por estimular alrededor del clítoris, continúa por el clítoris y luego sigue explorando la vagina, mueve tu cadera de arriba a abajo y de un lado a otro. Tú misma sentirás qué posición te resulta más placentera, es mejor que te dejes llevar por las sensaciones de tu cuerpo para llegar al orgasmo.
6. El apretón
Esta técnica se realiza presionando el clítoris con los dedos índice y pulgar en la intensidad en que tú te sientas cómoda. Luego haz movimientos repetitivos alrededor de éste haciendo movimientos de un lado al otro o de arriba abajo.
7. Regadera
Mientras te bañas, debes de dirigir el chorro de la ducha (hay que encontrar la intensidad adecuada) hacia el clítoris.
8. Igual que un pene
Una técnica más compleja pero muy eficaz si se realiza correctamente. Se trata de estimular el clítoris haciendo movimientos como si de un pequeño pene se tratara. Coge suavemente el clítoris con dos dedos (generalmente el pulgar y el índice) y realiza el mismo movimiento que en la masturbación masculina, ¡verás qué placer!
9. Vibrador
Cuando ya se tiene cierta experiencia en técnicas de autoestimulación simplemente es cambiar los dedos por un vibrador. La introducción de un vibrador en la vagina ayuda a localizar y estimular el punto G, generando una sensación de plenitud. Se puede realizar exclusivamente o en combinación con la estimulación anal y/o del clítoris. Hay de muchos tipos. Los más completos estimulan clítoris y vagina al mismo tiempo.
10. Toalla enrollada
Si no te gusta la estimulación directa del clítoris, esta técnica te puede interesar; siéntate en una silla con las piernas abiertas y restriégate con una toalla limpia previamente enrollada. Elige la velocidad y cadencia.
Si aún quieres quitarte pudores, puede ser muy estimulante masturbarte delante de un espejo y ver la cara que pones a medida que vas excitándote.
No temas cambiar de técnica o de posición. Acuérdate que es un juego, por lo que tú pones las reglas.
Cruza las piernas para que el placer sea mayor en tu clítoris.
Si estimular el clítoris para ti es una sensación demasiada intensa, prueba a acariciar el alrededor. Toda la zona genital es extremadamente sensible y puede darte mucho placer.
11. Estimulación anal
El ano es una zona muy sensible al tacto. Existen muchas mujeres que disfrutan de la estimulación en esta área durante la masturbación o en el juego previo con su pareja. Es conveniente utilizar mucho lubricante.

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