https://youtu.be/DppwAF9JkxI
No le quedaba más remedio. Esta nena calladita misteriosa con un voraz apetito sexual, tenía más remedio que acudir a la práctica del onanismo. Una vez en la Habana su vestido flotó con la brisa marina. Sus lindas pienas se asomaron ante la mirada codiciosa e indiscreta de los muchachos alegres... suegieron de inmediato docenas de gritos a voz en cuello de los traviesos muchachos:
-- Mejor álzate el vestido de una vez...
Lupita corrió avergonzada hacia el Habana Libre, mientras Tom o continuábamos nuesta marcha hacia el malecón...
Me la imaginaba masturbánose bajo la ducha!
El onanismo es lo único que nos queda.
Aquí estçan unos consejos que, ceo, a mi amada les sale saboando!
No le quedaba más remedio. Esta nena calladita misteriosa con un voraz apetito sexual, tenía más remedio que acudir a la práctica del onanismo. Una vez en la Habana su vestido flotó con la brisa marina. Sus lindas pienas se asomaron ante la mirada codiciosa e indiscreta de los muchachos alegres... suegieron de inmediato docenas de gritos a voz en cuello de los traviesos muchachos:
-- Mejor álzate el vestido de una vez...
Lupita corrió avergonzada hacia el Habana Libre, mientras Tom o continuábamos nuesta marcha hacia el malecón...
Me la imaginaba masturbánose bajo la ducha!
El onanismo es lo único que nos queda.
Aquí estçan unos consejos que, ceo, a mi amada les sale saboando!
Durante mucho
tiempo la masturbación o autoestimulación, sobre todo si nos referimos a
la masturbación
femenina, estuvo oculta, teniendo un
“estatus secreto” dentro de la sexualidad occidental. Esto es así hasta bien
entrado el siglo XX en el cual los diversos movimientos feministas lograron
poco a poco a expandir la idea de que el placer sexual de la mujer podía
existir más allá del matrimonio.
Esta nueva
visión de la masturbación se refuerza a partir del estudio más importarte sobre
sexualidad realizado en EE. UU. En el estudio realizado por Alfred Kinsey en
1953, se analizaron las costumbres sexuales de unas 6000 personas. El resultado
fue que, a mayor
nivel educativo, especialmente en mujeres, más frecuente era recurrir a la
masturbación. Según los resultados, un 68
por ciento de las mujeres se masturbaba y un 58 por ciento llegaba al orgasmo
con esta práctica.
A partir de
este estudio y de posteriores investigaciones, la masturbación se comienza a
ver como una práctica más normalizada.
Beneficios de la autoestimulación o masturbación en la
mujer
Según numerosos
estudios, la masturbación tiene innumerables beneficios para la salud física y
mental de las personas. Aquí dejo un listado de algunos beneficios;
Ayuda con los dolores menstruales
Masturbarse
durante la menstruación tiene el efecto de prevenir y mitigar la inflamación y
aminorar las molestias en general del periodo. Las sustancias químicas que se
ven involucradas en la cascada que se produce en el torrente circulatorio actúan de manera
analgésica contra los dolores premenstruales. Igualmente se produce una
desinflamación de la zona genital que hace que la presión que provoca los
dolores disminuya y por ello lo hagan también las molestias.
Fortalece el sistema inmune, evita infecciones
En el caso de
las mujeres, la masturbación puede reducir el riesgo de sufrir infecciones del tracto urinario. Su estiramiento mejora la circulación de fluidos, lo
que permite expulsar los fluidos cervicales y con ellos las bacterias
Genera sensación de bienestar
Masturbarse es
bueno para tener una buena salud global tanto a niveles biológicos como
psicológicos.
La masturbación
produce la liberación de sustancias químicas complejas, entre las cuales la más
importante es la dopamina. La dopamina a su vez está asociada con una
gran sensación de bienestar.
Refuerza el suelo pélvico
Las
contracciones que se generan al masturbarse generan un efecto tensor parecido a
los ejercicios de
Kegel, por lo que ayuda a mantener los
músculos del suelo pélvico en forma.
Mejora las relaciones de la pareja
Un mito muy
extendido plantea que la masturbación arruina la relación sexual con la pareja.
Pero, según los expertos sería exactamente lo contrario.
Al
masturbarnos aprendemos
a conocer nuestro cuerpo, sus reacciones,
lo que le gusta, lo que le excita. Esto hace el coito mucho más placentero.
Y es a través
de un mayor conocimiento de su anatomía, que la autoestimulación ayuda a las
mujeres que nunca han tenido un orgasmo a empezar a poder experimentarlos
Ayuda a conciliar el sueño
Ya hemos
comentado que masturbarse hace que el cuerpo libere endorfinas, que son las hormonas que generan un
estado de placer y relajación en el organismo, lo que favorece el sueño.
11 Técnicas de masturbación femenina
Hay una serie
de técnicas que se pueden realizar solo. Es muy positivo que mujeres y hombres
conozcan sus cuerpos sin pudor. Esto beneficiará enormemente a su vida sexual.
Las siguientes
técnicas están pensadas para mujeres. Estas son algunas de las más populares.
1. Penetración con los dedos
Acostada en la
cama bocarriba, abre las piernas y levanta las rodillas. Se puede ir
estimulando el clítoris hasta conseguir la lubricación deseada o bien utilizar
lubricante. Luego, introduce los dedos medio e índice de la mano dentro de la
vagina. Mientras con esta mano se simula la penetración del pene, con la otra
se puede acariciar el clítoris. Una vez los dedos dentro de la vagina se pueden
levantar estos un ángulo
de 90 grados para buscar el punto G, que
se encuentra en la pared vaginal que está situada detrás del vello púbico, a 1
ó 2 centímetros de la entrada de la vagina. La estimulación de este punto es
realmente placentera y potenciará el orgasmo.
2. Caricias suaves
Puedes
estimularte deslizando los dedos suavemente de arriba abajo, de lado a lado y
en movimientos circulares alrededor de la vagina primero, hasta llegar al
centro de la misma y finalmente al clítoris. Mientras lo haces, sigue tu
instinto y escucha lo que te “dice” tu cuerpo experimentando con movimientos
más lentos al principio y más rápidos después, así como con más o menos
presión.
3. Patti Cake
Esta postura la
puedes hacer en la cama, sentada en una silla o en un sofá; con los dedos
índice y medio de acaricia suavemente el clítoris, poco a poco la excitación se
irá incrementando.
4. Sándwich
Coloca los
dedos índice y medio de la mano a cada lado del clítoris. Mantén esta postura
mientras usas la otra mano para dar pequeños golpes al capuchón del clítoris,
varia presión e intensidad para lograr más placer.
5. Estimulación boca abajo
Acuéstate boca
abajo en la cama u otra superficie cómoda, junta las piernas y coloca tu mano
en medio de forma que puedas acariciar bien toda la zona. Empieza por estimular
alrededor del clítoris, continúa por el clítoris y luego sigue explorando la
vagina, mueve tu cadera de arriba a abajo y de un lado a otro. Tú misma
sentirás qué posición te resulta más placentera, es mejor que te dejes llevar
por las sensaciones de tu cuerpo para llegar al orgasmo.
6. El apretón
Esta técnica se
realiza presionando el clítoris con los dedos índice y pulgar en la intensidad
en que tú te sientas cómoda. Luego haz movimientos repetitivos alrededor de
éste haciendo movimientos de un lado al otro o de arriba abajo.
7. Regadera
Mientras te
bañas, debes de dirigir el chorro de la ducha (hay que encontrar la intensidad
adecuada) hacia el clítoris.
8. Igual que un pene
Una técnica más
compleja pero muy eficaz si se realiza correctamente. Se trata de estimular el
clítoris haciendo movimientos como si de un pequeño pene se tratara. Coge
suavemente el clítoris con dos dedos (generalmente el pulgar y el índice) y
realiza el mismo movimiento que en la masturbación masculina, ¡verás qué
placer!
9. Vibrador
Cuando ya se
tiene cierta experiencia en técnicas de autoestimulación simplemente es cambiar
los dedos por un vibrador. La introducción de un vibrador en la vagina ayuda a localizar y estimular el
punto G, generando una sensación de
plenitud. Se puede realizar exclusivamente o en combinación con la estimulación
anal y/o del clítoris. Hay de muchos tipos. Los más completos estimulan
clítoris y vagina al mismo tiempo.
10. Toalla enrollada
Si no te gusta
la estimulación directa del clítoris, esta técnica te puede interesar; siéntate
en una silla con las piernas abiertas y restriégate con una toalla limpia
previamente enrollada. Elige la velocidad y cadencia.
Si aún quieres
quitarte pudores, puede ser muy estimulante masturbarte delante de un espejo y
ver la cara que pones a medida que vas excitándote.
No temas
cambiar de técnica o de posición. Acuérdate que es un juego, por lo que tú pones las reglas.
Cruza las
piernas para que el placer sea mayor en tu clítoris.
Si estimular el
clítoris para ti es una sensación demasiada intensa, prueba a acariciar el
alrededor. Toda la zona genital es extremadamente sensible y puede darte mucho
placer.
11. Estimulación anal
El ano es una
zona muy sensible al tacto. Existen muchas mujeres que disfrutan de la
estimulación en esta área durante la masturbación o en el juego previo con su
pareja. Es conveniente utilizar mucho lubricante.
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