Estábamos Lupita y yo en la Presidencia del Comisariado Ejidal de Real del Puente, en Xochitepec. Llegó esta chiquitita, de cuyo nombre no me acuerdo, y en un tris me regaló un verso, una rosa y una invitación para que la acogiera a mi lado. Estaba dispuesta a acompañarme a la casita que acababa de comprar.
Al terminar el trámite, me cogió del brazo y quiso que Lupita nos condujera a mi nueva dirección. Guadalupe Reyes Vázquez estaba furiosa: esperó a que yo ocupara el sitio del copiloto y entró al auto, empujando a la muchachita a un lado y arrancó . Alegó que corría peligro porque quién sabe que podría hacerme la desconocida poetisa!,
Al terminar el trámite, me cogió del brazo y quiso que Lupita nos condujera a mi nueva dirección. Guadalupe Reyes Vázquez estaba furiosa: esperó a que yo ocupara el sitio del copiloto y entró al auto, empujando a la muchachita a un lado y arrancó . Alegó que corría peligro porque quién sabe que podría hacerme la desconocida poetisa!,
Un poema, una rosa y un amor perdido!
ResponderEliminarhttps://youtu.be/o5g6lpitkF4